Mi pareja no quiere educar en positivo, ¿qué hago?

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Dicen que los hijos son el motivo de muchos conflictos en la pareja. Pero realmente no son los niños los culpables, sino nuestras diferencias a la hora de educar. Son incontables los mensajes que recibimos de molonas diciendo que sus parejas no quieren educar en positivo.

  • “Le digo que así no”
  • “No quiero empezar el curso hasta que él se siente conmigo”
  • “Le estoy esperando para que lo hagamos juntos”
  • “Yo me esfuerzo en educar en positivo y él echa mi trabajo por tierra”
  • “Me siento frustrada, incomprendida…”

 

Mari, ¿puede ser que la forma que estás utilizando para convencerle no es la adecuada? Llámame loca, pero si lo que haces no funciona… ¿por qué seguir haciendo lo mismo?

 

En uno de los talleres que ofrecimos el fin de semana pasado en Bilbao, un papá dijo que estaba ahí porque su mujer había dejado de insistirle en que tenían que educar en positivo. Según él, aunque era escéptico a esta “moda” de educar en positivo, al ver a la madre de sus hijos en acción y empezar a ver los frutos que se recogen educando así, decidió VOLUNTARIAMENTE dar el paso.

 

Sí, amigas, de la misma manera que nuestros hijos se sienten amenazados ante nuestras órdenes, porque tocamos directamente en su sentimiento de pertenencia; los adultos también se sienten amenazados cuando les intentamos obligar a algo.

Repite conmigo: con calzador: “malamente, tra-tra…”

 

Por eso siempre me oiréis decir: Mari, no insistas y céntrate en tu proceso.

 

 

Pero ¿y si me boicotea?

HÁGAMOS UN PACTO

Yes, si cada uno decide educar con un estilo diferente, hagamos un pacto donde uno respeta la forma de actuar del otro. Un pacto en el que NO nos desautorizamos delante de nuestros hijos. Un pacto en el que si uno está actuando, el otro respeta y no interviene para llevar la contraria.

 

Y si nuestros peques vienen a decirnos:

 

  • “Papá me ha gritado” (traducción: “venga, madre respetuosa, ve y échale la bronca que no está educándome en positivo”)

 

Responsamos con un:

 

  • ¿Qué podrías hacer la próxima vez para ayudarle a no gritar?
  • ¿Necesitas un abrazo?
  • ¿Cómo te has sentido?

 

Los juicios a nuestra pareja en ese momento, no los verbalizamos (ni pongas los ojos en blanco, que una imagen vale más que mil palabras).

 

Así que, en la medida de lo posible, ensayad frente al espejo vuestra mejor cara de lechuga: sin expresiones de enfado, sorpresa, sin esos míticos ojos en blanco…

 

Cada vez que consideramos que nosotros tenemos razón y que el otro no tiene ni idea, estamos mostrando una actitud de superioridad con respecto al otro. Y no, que el otro no crea en la educación positiva no se debe a que es un ser inferior, sino a que tiene sus mochilas del pasado, su historia, sus patrones adquiridos durante la infancia… mírale con la compasión y comprensión con la que miramos a un niño herido.

 

Si hablamos de respeto mutuo, no solo hablamos de aplicarlo con nuestros hijos, sino también con nuestra pareja y con nuestro entorno.

 

Seamos ejemplo, aunque no estemos de acuerdo

 

No hagamos equipos. No compitamos. Porque en una competición siempre hay uno que gana y otro que pierde. En la familia deberíamos remar todos juntos. Solo que, a veces, uno decide tirar para Cuenca y el otro hacia Valladolid. Y eso es normal, eso es humano.

 

Hablemos desde el no juicio. Entendamos que el otro no confíe en la educación positiva, porque TODAVÍA no la ha experimentado en sus carnes, porque tiene miedo a que sus hijos salgan “malcriados”, porque no se fía de estas cosas modernas, porque toda la vida se ha hecho de otra forma y “no hemos salido tan mal”… ejem, ejem…

 

Repite conmigo: Con calzador, “malamente, tra-tra”.

 

 

Echa las expectativas por la taza del wc y tira de la cadena

 

 

No existe la pareja perfecta, ni la familia perfecta. Tira tus altas expectativas por el wc y céntrate en lo que tienes. Lo normal es que no estemos de acuerdo en todo. Y eso mismo lo van a experimentar nuestros hijos en su vida. Así que demos ejemplo. Mamá y papá no siempre están de acuerdo, pero se respetan, se dan su espacio, hablan las cosas, no se reprochan, si se enfadan se toman su tiempo y respiraciones para recomponerse antes de seguir hablando, cuando se equivocan se piden disculpas y buscan soluciones.

 

Deberíamos hablarnos con humildad, no desde la superioridad del “yo tengo razón y tú no tienes ni idea”. Sino “voy a probar a hacerlo de esta forma, quizás me equivoque, pero voy a probar”. Si decidimos educar de forma distinta, poneos de acuerdo para que el respeto del uno al otro sea la base de vuestra actuación como referentes de vuestros hijos. Recuerda que nuestros molones nos observan toooodo el rato.

 

Céntrate en tu camino

 

La mejor forma de “sembrar” es hacerlo desde el ejemplo. Céntrate en tu camino, haz el curso online, ven a un taller presencial, apúntate a las sesiones en directo del Family Training, empápate, entrénate, práctica este nuevo idioma, equivócate y busca nuevas soluciones. Pon, por accidente, nuestros Cuentos Molones para educar en positivo sobre la cama cuando le toque leer a los niños antes de dormir (risa maléfica).

 

Hazme caso, cuando tu pareja vea que recoges los frutos, que estás creando un ambiente de cooperación en casa, entonces y solo entonces, puede que empiece a mostrar interés por esta forma de relacionarnos.

 

Ten la misma paciencia que exiges que tengan tus peques… y tu pareja 😉

 

Feliz fin de semana… y besos, que no falten los besos.

17 respuestas

  1. Pues llevo años con esta lucha y él sigue sin verlo y es motivo de discusión constante y recurrente y nos está separando muchísimo. Él no reconoce que nuestros hijos son así (de maravillosos) en parte a esta manera de educar, que yo llevo a cabo desde hace años y sin embargo cuando hay un conflicto, una rabieta o un levantamiento de tapa de algún hijo me lo reprocha (ves? no funciona, se te suben a las barbas y cosas así). Pero todo lo maravillosos que son, no lo achaca a que están educados en el respeto mutuo, la colaboración y la pertenencia. Es frustrante. Yo hace tiempo que tiré la toalla con él y no le vale que yo no ponga caritas, es que si les grita y yo no les grito dice que no le apoyo y le desautorizo. Así que muy mal Mari muy mal vamos

    1. Me siento muy identificada con tu comentario, estamos en el mismo punto. Intento no decir nada, pero él se mete en medio cuando yo gestiono algo y me desautoriza, llevamos así años…

    2. Igual, igual… Lo malo es que el mío me chilla a mi y todo… Me cuesta mirar para otro lado y no poner los ojos en blanco cuando les pide las cosas de malas formas o chillando. Cuándo le digo que hay más formas de pedir la cosas ,pierde la formas conmigo ( gritos). Es a su estilo o nada y la verdad es q me tiene un poco hasta los ovarios… También le va hacer preguntas de chantaje emocional y no lo soporto. Nada. Lo mal q sé lo pasan los niños, y le digo q no está bien hacer esto y me dice que los estoy haciendo niños de cristal. La crianza q cuesta!!!

    3. Este es mi cotidiano. Grita al niño, le habla mal. Cuando en el cole le dicen que es maravilloso lo cuestiona, y cuando tiene una rabieta o se porta mal me viene a decir “¿Ves como no te funciona?”. Lo curioso es que él tiene muy mala relación con su padre por su autoritarismo, pero quiere hacer lo mismo. Me parece también curioso que la mayoría de las personas que cuestionan distintas maneras de criar son hombres.

  2. Jajajaja, como me suena eso. Yo soy de los obligados y de los que la experiencia le cambió la vida, no solo por la educación de las nenas si no la mía propia. La verdad que debemos tener la mente más abierta y por lo menos ver lo que nos ofrece la disciplina positiva no solo a nivel niños si no a nivel personal…..

  3. Muchas gracias por este mensaje me ha llegado al corazón me siento fatal porque tengo una niña de 5 años que está pasando por una crisis y creería que es por su nuevo hermano nose q hacer me siento desesperada😭

    1. Hola Mari , estamos en las mismas. Crisis de los 5, llegada de hermano, papá que se desata a la mínima que el de 5 tiene una pataleta,gritos, malas caras, amenazas, y yo sin dormir , pasando noches horribles, atendiendo al bebé, al mayor y al padre, el trabajando fuera de casa, tengo que ser yo quien tenga paciencia extrema, y luego encima dice que se sube a la chepa, que nos vacila, que mano dura (no violencia), nose cómo actuar cuando el papá le grita, me siento fatal porque mi hijo alguna vez le ha dicho, no me defiendes, y eso me duele tanto que se sienta así, yo le abrazo , le intento explicar el xq del comportamiento de papá, es una mierd de verdad

  4. Gracias porque el artículo me ayuda mucho, estamos a punto de dejar la relación por este tema y al final es una lucha de poder y mis hijas lo están pasando mal

      1. Igual que yo, nose que hacer. Hoy presenciamos otra escenita del padre por una tontería , y no dejo de darle vueltas en como se tuvo que sentir mi hijo en ese momento.

  5. Gracias por las palabras de este post. Hace unos días me paso que su aita le riño al niño y el vino a mi y en ese momento me quede un poco bloqueada sin saber que hacer. Con estas palabras de hoy se como poder actuar. Y espero q en algún momento del proceso marido le de la vuelta y vea que educar en positivo es la opción correcta. Muchas gracias

  6. Hola….me siento taaaaan identificada con esto…
    Últimamente lo estoy pasando muy mal y está afectando a nuestro matrimonio.
    Soy madre de tres niños y no veo claro que cada uno eduque por un lado..
    Mis hijos de 10 y 12 años pueden liarse mucho o aprovecharlo en su poder…
    Por ejemplo,mi hija de 2 años acaba de empezar “cole”,estoy intentando q duerma ya con su hermana (ha dormido siempre con nosotros y ha pasado casi todo el tiempo conmigo)…no quiere…y como duerme fatal de siempre el dormir es un horror y está por el día muy cansada…yo creo q es mejor que vuelva con nosotros y darle tiempo a los cambios;el padre opina q es mejor dejarla llorar “perdiendo todos los nervios “…entonces q cada día uno lo haga a su manera???….me parece que es liar a la niña y será “superioridad”pero me cuesta dejar q la niña “sufra”sin decir nada…
    Siento molestar,pero soy una madre”desesperada..

  7. uno de los motivos por los que nos hemos separado mi ex y yo , es precisamente por ls diferencias que existen entre nosotros en nuestra manera de educar a nuestra hija . El tiene una mentalidad super tradicional , aunque al principio estaba totalmente conmigo para educar en positivo . Pero ahora es todo lo contrario . No podemos ni siquiera llevarnos bien ahora que estamos separados para educar a nuestra hija , y es muy dificil esta situacion , sobretodo para nuestra hija .

  8. Mi caso es muy extremo, yo quiero educar en positivo y mi marido sorprendentemente , lo hace de manera muy negativa e irrespetuosa, por más que hablo con el , le da igual si le destroza la.personalidad, y a consecuencia yo no aguanto mas la situación

  9. Pues toda la razón … en mi caso queremos los dos pero a veces no sabemos muy bien cómo
    Hacerlo … esperando el taller presencial en Madrid … hasta entonces lo haremos lo mejor que sepamos .. GRACIAS

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