Conectar sin malcriar
Hoy nuestro hijo ha tenido una rabieta de órdago. Quería seguir dando un paseo por el parque, pero se estaba haciendo tarde y teníamos que volver a casa. Ha pataleado, llorado, gritado e incluso nos ha dicho cosas que es mejor no repetir por aquí. En ese momento hemos conectado y después de un buen rato, hemos conseguido la calma.
Realmente lo que ocurría, es que necesitaba más tiempo de juego y aire libre después de mucho tiempo sin salir de casa.
A todos se nos ha dado en las últimas semanas situaciones muy parecidas a esta, ¿verdad?
Mucha gente se preguntará:
¿cómo conectó con mi hijo sin malcriarlo?
Aclaremos una cosa; es muy distinto malcriar que conectar. No malcriamos cuando damos más de nosotros. No malcriamos cuando estamos dándoles nuestra presencia, nuestro amor, nuestro tiempo o nuestra atención.
Conectar cuando están alterados tiene que ver con satisfacer sus necesidades, no con darles lo que quieren.
Consentimos o malcriamos cuando les damos demasiadas cosas y/o cuando les sobreprotegemos contra las dificultades y las emociones o sentimientos desagradables. Si los niños consiguen lo que quieren cuando quieren, no estamos ayudándoles a desarrollar la resiliencia, la capacidad, la autoestima, el esfuerzo, a demorar las gratificaciones, a ser independientes o a afrontar las decepciones que, a buen seguro, encontrará en la vida.
Les preparamos para la vida, no preparamos la vida para ellos
El consentimiento excesivo no tiene ninguna utilidad para los niños. No nos convirtamos en padres “helicóptero”, no tratemos de protegerlos contra toda dificultad o conflicto.
Es importante insistir en que no malcriamos a nuestro hijo cuando establecemos conexión emocional, le damos amor, atención, afecto o tiempo.
Cuando nuestros hijos nos necesitan, debemos estar disponibles emocionalmente para ellos.
La conexión implica estar al lado de nuestros hijos cuando experimenten momentos de dificultad o cuando sufran emocionalmente. Así les preparamos para la vida, no preparamos la vida para ellos.
Si te ha parecido interesante, comparte y ❤️ *Post basado en el libro Disciplina sin lágrimas de @drdansiegel y @tinapaynebryson
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10 respuestas
Cuánta razón, y qué difícil es. Hace tiempo que hice vuestro curso y me sigue costando ver resultados. Hay temporadas buenas la verdad… Y creo que el tema malcriar lo tengo bastante en cauce… Estoy acabando “Disciplina sin lágrimas” y el vuestro me lo leí enseguida, firmado y todo 🤗 Gracias por vuestro trabajo chicos!!!
Una pregunta de principiante… cómo conecta en este caso del parque?
Gracias! 😘
Hola Laura:
Es difícil por aquí explicar el proceso. Además debemos entender la Educación Positiva como algo integral, no son tips sueltos que se aplican y el niño deja de comportarse de esa forma. En todo caso iremos viendo más post en esta sección en los que daremos algunas pinceladas.
Gracias por tu comentario.
Saludos
Muchas gracias a ti Isabel. Se que hay que mirarlo dentro del TODO que es la DP. Estoy en ello… 😅. He hecho vuestro curso, sesiones de asesoramiento… Estoy en ello, leyendo libros… y no te niego que me está resultando un camino muy difícil, pero se que será lo mejor que pueda ofrecer a mi hijo. A veces querría teneros a alguno al lado en muchos momentos que me veo súper perdida. El del parque es recurrente, por eso preguntaba, por si era sencillo de explicar. Yo sigo atenta a todos vuestros posts. Muchas gracias! 😘
Sí, estaría bien que como es un caso concreto pudieras especificar cual fue la actuación concreta en esa situación. Gracias
Fantástico Dani ! Cuánta razón y qué difícil muchas veces! La base es estar nosotros bien y tranquilos….así todo fluye….y nos resulta “menos complicado” Deseando seguir leyendo más píldoras tuyas!
Cuantisima razón chicos . Mil gracias por estas pildoras
El problema es que son demasiado listos, y ya saben lo que piden, no siempre piden lo que ellos necesitan, sino lo que quieren. Es un tira y afloja contínuo. La teoría está muy bien, lo de darles lo que necesitan, y satisfacer sus necesidades, pero yo lo que veo en una rabieta, es que el resultado al final es el mismo, darles lo que quieren. ( y no siempre, satisfacer sus necesidades)
Hola Elena:
El resultado de una rabieta no debe ser darles lo que quieren. Detrás de un “mal comportamiento” -nosotros decimos “mala decisión”- siempre hay una razón que debemos encontrar en el origen del comportamiento y no en el acto en sí. Esto lo vemos en nuestros cursos y es muy largo de explicar por aquí, pero en esta sección del blog iremos dando algunas pinceladas.
Un saludo
En casa yo soy la regañona pero ala vez soy la que tiene más conexión con la pequeña, creo que se puede tener un balance entre ambas cosas. Hasta el momento me ha funcionado