Trucos para no sufrir con los tacones puestos

He perdido práctica, las cosas como son. Desde el minuto uno en que sé que estoy embarazada aparco los tacones hasta nueva orden. Y es que mi amor a mis piernas, tobillos y pies supera a la de mi afán por parecer más esbelta. Pero ahora, con una boda a la vuelta de la esquina y aún de baja por maternidad, me veo en la tesitura de tirar de buenos trucos para aguantar con los taconazos, darlo todo y disfrutar sin dolor porque soy madre y estos eventos los aprovechamos como si no hubiera un mañana. Eso es así.

Tras el éxito del saludo mañanero en instagram con todos mis descubrimientos, os presento un listado con los trucos definitivos para subirse a unos tacones y no morir en el intento:

• Barras metatarsianas. Ya las he mencionado en más de una ocasión y para mí son MUY NECESARIAS. Si el zapato no lleva plataforma se hace más que imprescindible. Las coloca el zapatero, a un precio de unos 12 €, y su función consiste en repartir el peso en los laterales del pie y no en el centro, donde notamos que nos quema cuando llevamos tacones. En mi caso, gracias a las barras consigo aguantar mucho más tiempo sin dolor.
• Unir deditos con esparadrapo. Este trucazo, por lo que he leído, tiene su fundamento. Al parecer existe un nervio que se divide en dos justo entre los dedos 3 y 4. Este nervio causa dolor cuando hay presión al usar tacones altos; el tema es que al unirlos se quita presión y se evita el dolor… o eso dicen. Yo probaré en la boda, sin duda me parece muy TOP este truco, si funciona realmente.

  

• Stick antifricción. Yo utilizo el de coomped y me va de lujo. Lo echo por la parte de atrás, por los dedos, zona del juanete (que no tengo pero lo digo para entendernos), y evita las temidas y dolorosas rozaduras. Hay que tener en cuenta que es preventivo, si ya tienes una herida no te hará efecto. Por otro lado, vale también para calzado plano, yo se lo echo a los niños también para el paso del calzado de invierno al de verano. Me comentáis que hay una versión más económica en mercadona, pero por lo que me decís, hay detractores que dicen que no tiene la misma efectividad. Yo soy fiel a mi coomped y no me pagan por decir esto. Y, también hay quién, en lugar del stick, utiliza desodorante de barra o vaselina.  
• Tacones con calcetines, una moda muy loca, jajaja… pero oye, para estar por casa los días previos al evento, dicen que resulta efectivo para evitar dolores futuros. Yo voy así de divina por Villa Molona, no os digo más. Dicen que si además le das calor con un secador y luego los dejas enfriar (todo con los calcetines y los zapatos puestos) ya el truco es el no va más. 
• Congelar los zapatos. Tal cual, dicen que metiendo el calzado en el congelador un par de horas antes de ponértelos, se adaptarán mejor al pie y harán menos daño. La otra versión del congelamiento, consiste en meter dos bolsas de congelación con agua dentro, meter una bolsa en cada zapato y de ahí al congelador. Al parecer hace que ensanchen y resulten mucho más cómodos.
• Dilatador del calzado. Si no quieres estar haciendo experimentos, hazte con un spray dilatador del calzado. Para usarlo solo hay que pulverizar el líquido por el interior del calzado y, estando húmedo, ponértelo y caminar, caminar, caminar… así hasta que se vayan adaptando a tu pie. Precaución amigas que ayer lo probé y puede manchar el zapato con alguna gotita si no tenemos cuidado al aplicarlo.
• Patata pelada. Consiste en meter una patata pelada que quede justa en el interior del zapato y dejarlo un par de días. ¿Cómo te quedas? pues yo cuando me lo han contado me he quedado con cara de ¿cómorrrr? pero oye, dice que funciona y que los zapatos dejan de apretar. 
• Cinta de doble cara. Con este truco fijamos el pie al zapato y evitamos el efecto chancla. Llamadme loca pero yo casi que prefiero llevar un zapato de mi talla. Aún así, si algún calzado acaba cediendo y queda holgado, lo probaré, ¡que no se diga que por lo menos no lo intento! 
• Pedir refuerzos. Este truco me flipa. Se fundamenta en convencer a marido, hermano, etc. -de pie grande- que se los ponga un ratito para darlos de sí. Os juro que hay seguidoras de instagram que lo hacen y, es más, me han mandado hasta pruebas gráficas que, evidentemente, no voy a compartir por aquí. Pero mirad qué voluntario más majo he encontrado en internet:

  

• Aspirina machacadita. Truquito de otra seguidora que dice que el polvito de la aspirina empezará a hacer su efecto con el sudor del pinrrel. Yo no sé si lo probaré pero oye, ahí lo dejo. Me hizo mucha gracia porque otra chica me dijo que no cree en ello “es como si te duele la cabeza y te frotas con ibuprofeno” jajaja… ¡grandes sois!
• Nolotil en ampollas. Sí, hay quién tira del botiquín también y se frota los pies en ampollas de nolotil para no sentir el dolor. Pero una de las que lo ha probado me ha avisado de que puede dejar una película blanca que se ve mogollón… así que ¡precaución! 
• Pomada anestésica. Recuerdo haberla usado cuando me hacía la depilación láser y, poco después, dejaron de venderla sin receta médica. Aún así la meto en la lista porque es otro de los trucos que me han llegado por redes. Lo que no sé es en qué estado lamentable te encontrarás después de la anestesia… ¡aux! 
• Zapatos buenos. Parece tontería u obviedad, pero no lo es. Tengas un evento o no, yo ya no me arriesgo a comprar zapatos de baja calidad porque al final lo barato sale caro. Y cuidadín porque hay zapatos muy caros que tampoco dan buen resultado, yo siempre me fío cuando tengo referencias de amigas, de mi madre, etc.  
• Bien de plataforma. Yes, los zapatos de tacón que llevan plataforma son bastante más cómodos que los que no la llevan porque hacen que la altura del tacón se sienta como menor.  

Otros trucos:

• Polvitos desodorantes. También los hay en spray pero oye, a mí los polvos me los recomendaron y estoy encantada. No es que sea una persona con fuertes olores corporales, pero las bailarinas cuando comienza el calorcete, son una prueba que muy pocas personas pueden superar sin echar tufillo desagradable. Y la que lo niegue, ¡miente! especialmente las que os ponéis botas de cowboy con vestiditos babydoll en verano (ojo a mi soltura utilizando la jerga fashion); en cuanto las veo solo puedo desear que lleven los polvitos desodorantes en su interior. Yo uso Funsol y lo compro en farmacia.
• Desodorante natural. Receta de una seguidora: baño con agua templada, cucharadas soperas de bicarbonato y un buen chorro de vinagre. 20 minutitos de relax con los pies dentro aseguran pies sin olores.
• Suelas resbaladizas. ¿Os acordáis de mi lucha con unas sandalias el verano pasado con las que me jugaba la vida, literalmente? pues casi ningún truco dio sus frutos, solo sirvió el de pasar una lija por la suela y adiós problema.
• Tapas de quita y pon. Este invento es muy top cuando nos toca lucir tacones en terrenos poco estables, como el césped, por ejemplo. Son transparentes y a mí me las regalaron en una boda.  

Eso sí, a pesar de todos mis esfuerzos, hay un momento en el que yo ya me descalzo y descanso. Para ese momento busco alternativas sin tacón que sean cómodas a la par que bonitas. Desde luego no se me ocurre estrenar unas bailarinas porque es peor el remedio que la enfermedad. En este evento he optado por un calzado de esparto ideal de la muerte y oye, que soy la mujer más feliz del mundo porque son rebonitas y voy a lucirlas con alegría durante todo el verano.

Trucos que NO funcionan

• Plantillas de silicona. Mira que lo intenté pero no hubo forma humana. Yo donde estén mis barras metatarsianas, que se quite lo demás.
• Poner crema hidratante en los pies. Vaya error más grande, ¡en qué momento! resulta que lo único que conseguí fue que resbalaran y el pie se me iba “topabajo” provocando presión  en la punta, más dolor, que se me salieran los zapatos… un fail en toda regla. Aún así, este método tiene defensoras a las que le va bien.
• Poner vaselina. Este truco directamente no lo intenté, pero teniendo en cuenta el truco inmediatamente anterior a este, como que no me voy a arriesgar.
• Salvaslip reconvertido en plantilla. Compartido por Isasaweis hace ya bastante añitos. Hay que pegarlo por dentro del zapato en la parte más próxima a los dedos de los pies. Dice quién lo ha probado que da una sensación muy cómoda PERO el problema es que a veces el adhesivo no se puede quitar bien y acaba estropeando el interior de los zapatos. Yo no me arriesgaría, sobre todo si son zapatos buenos.
• No usar tacones. Yo lo siento mucho pero no voy a renunciar a ponerme tacones de vez en cuando, las cosas como son: el tacón estiliza y, en mi caso, camino con bastante más dignidad (no me preguntéis la razón, sencillamente camino como más derecha y elegantona, jaja). Yo en eventos importantes como bodas, bautizos, comuniones o celebraciones especiales, digo SÍ a los tacones.

Eso sí, en este punto tengo que dar las gracias a todas las influencers que han puesto de moda los vestidos y las faldas con deportivas para el día a día. Os quiero y espero que esta moda dure toda la vida. Aquí tenéis a Pau Eche dando ejemplo:

Y GRACIAS también a todas las seguidoras rebonitas que me han colapsado la bandeja de entrada de instagram con mil y un remedios, experiencias, anécdotas locas e incluso fotos que no olvidaré jamás por las carcajadas que me produjeron. ¡Sois las más molonas! este post no hubiera sido posible sin vosotras (si me dan un premio os incluiré en el discurso).

Y tú, alma de cántaro, ¿cuáles son tus trucos para lucir tacones -y calzado en general- sin dolor?, vuestra sabiduría en forma de comentario aquí abajo es siempre bienvenida y agradecida.

¡Feliz día, molonas!