Ya hemos aterrizado en las rutinas, las obligaciones, los horarios y vamos cogiendo el ritmo de nuevo. Vuelven las carreras, la guerra por llegar a tiempo al cole, los proyectos, las actividades extraescolares (de esta me libro todavía), el ir y venir con la lengua fuera, etc.
Siempre he entendido socialmente el perfeccionismo como una virtud, “lo hace muy bien, es que es muy perfeccionista”. Pero ¿realmente ser perfeccionista nos hace más felices? puedo entender la satisfacción de hacer las cosas bien, pero no entiendo el sufrimiento excesivo en el camino para conseguir “la perfección”. En la maternidad, como en todo, no es todo perfecto. Es un camino con dificultades, con satisfacciones, con alegrías pero también con frustraciones.
Hoy te propongo un ejercicio, que respires hondo y repitas conmigo:
“Ni soy una madre perfecta, ni quiero serlo”
Lo sé, qué fácil es decirlo pero qué complicado es ponerlo en práctica. Evidentemente, cada una es como es y cambiar determinados aspectos de nuestra personalidad puede ser muy difícil. Aún así, creo que merece la pena llevar a cabo un ejercicio de reflexión e intentar tomar medidas para no cargarnos la mochila en exceso y liberarnos de tanto peso, a veces, incluso innecesario.
A medida que pasan los años y miro a mi alrededor, me doy cuenta de que es una trampa, es una trampa querer llegar a todo y despuntar en todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida. Concretamente, luchar por coronarnos cómo las mejores madres del mundo me parece un craso error. Lo único que vamos a conseguir imponiéndonos objetivos irreales, es no alcanzarlos, desesperarnos y no disfrutar de nuestra vida y, por lo tanto, de nuestra maternidad.
Yo entiendo la maternidad como varias etapas y ninguna de ellas se van a repetir jamás. Mi primera hija solo fue un bebé durante un tiempo. Mi segundo va a tener 2 años solo una vez en su vida, con sus gracias, monerías, cabezonerías y rabietas… cada día que pasa no se va a repetir, se irán haciendo mayores, casi sin darnos cuenta y llegará el día en el que ya no nos necesiten como lo hacen ahora.
A veces, el querer llegar a todo nos hace no ver y no disfrutar de lo que sí tenemos.
Repite conmigo:
- ¡Qué más da si nuestra casa no parece de revista!
- ¡Qué más da si de vez en cuando tenemos o tienen lamparones en la ropa!
- ¡Qué más da si no consigo que terminen el plato de comida!
- ¡Qué más da si no siempre consigo preparar un menú saludable!
- ¡Qué más da si no organizo una fiesta de cumpleaños súper pinterest!
- ¡Qué más da si no tengo hijos perfectos!
- ¡Qué más da si yo misma no soy perfecta!
Y ojo, me centro en madres y en mujeres porque sois la mayoría de mis lectoras, algún padre suelto hay por ahí pero, para ser honestos, ellos no suelen sufrir estrés por determinadas cosas a las que nosotras sí damos importancia.
Me gustan las cosas bien hechas, me esfuerzo por hacerlas bien, intento dar lo mejor de mí pero no me exijo más de lo que puedo dar. No me frustro y me hundo en la miseria si no consigo resolver todas las pruebas que me pone mi día a día; no me machaco si se me olvidan las cosas; no me fustigo si meto la pata…
Y meto la pata, sí, muchas veces, os lo aseguro…
Importante: por salud mental, no vivas de cara a la galería
Tan malo es ser exigente con nosotras mismas, como lo es vivir de cara a la galería, querer aparentar lo que no somos: que nuestra vida es idílica, que nuestro matrimonio es perfecto, que todo a nuestro alrededor es de colores y que nos salen corazones de los poros… Eso no solo es malo para nosotros, porque vaya estrés de vida el fingir sin parar, sino que además estamos haciendo un flaco favor a la gente de nuestro alrededor. Si los demás nos ven como supuestamente “perfectos”, ellos pensarán que los raros son ellos por no tener una vida perfecta. No, señores, lo normal es discutir de vez en cuando, lo normal es que nuestros hijos a veces nos saquen de nuestras casillas, lo normal es que se nos escape algún grito por mucho que intentemos controlarlo, lo normal es no tener absolutamente todo bajo control, lo normal es que no duerman del tirón, lo normal es tener ojeras…
Lo normal es no ser perfectas ¡Y NO PASA NADA!
Así que hazme el favor, si te has sentido identificada: respira, relativiza y VIVE, las madres molonas no somos perfectas, ni queremos serlo, pongamos de moda ser perfectamente imperfectas 😉
Si os ha gustado esta entrada compartidla con todas esas madres molonas que merecen darse un respiro y bajar su nivel de auto exigencia.
¡Feliz día molonas!
Os espero en los saludos mañaneros de lunes a viernes en Instagram stories.
33 respuestas
Como me ha gustado el blog!!! Últimamente me sentía rara pero ya veo que no soy la única que no soy perfecta (tampoco pretendo serlo). No quiero que mi hija hable la primera ni que ande antes que nadie solo quiero sea feliz y se sienta querida, disfrutar cada día como si fuera el último pero que difícil nos lo pone la sociedad ultimamente! Y te doy toda la razón la manía de ser perfectas es más nuestra que de los padres (al menos en mi caso)… menos mal que tengo un marido molón que a veces me recuerda que el Rey no va a venir a casa jajaja. Que pases un muy buen dia 🙂
Tienes toda la razón. Yo soy de las mega exigentes, de las que se comparan con los demás y siempre salgo perdiendo, pero luego me dicen que cómo lo hago, que cómo llego a todo ¡si no llego! pero los demás ven menos fallos que nosotras mismas. Es difícil no vivir como dices de cara a la galería, pero cuando lo conseguimos es mucho más gratificante, centrarnos en nuestra familia y en nosotras.
El problema es que muchas madres ven la vida y la familia perfecta que las bloggers nos muestran en sus post e Instagram y se crean unas expectativas muy altas, casi inalcanzables, y ahí es cuando viene la frustración.
Madremolona, te sigo desde hace tiempo eres una de mis bloggers favoritas, me encantan tus consejos y el buen rollo que transmites, pero no sé si eres consciente de que lo que tú transmites a tus seguidores es que tu vida es perfecta: que tu matrimonio es perfecto con un marido que te adora, que ayuda en casa, que niñamolona es encantadora y que niñomolon es simpatiquísimo, que vives en una casa con jardín preciosa, que los cumpleaños que organizas son los más y un largo etc…
Estoy segura de que también tendrás tus problemas y tus crisis más allá de un enfado con tus hijos o las nauseas del embarazo, y también comprendo que no quieras mostrar tus problemas en Instagram, yo tampoco lo haría, pero no me quejaría de la gente que vive “de cara a la galería” y que hace un “flaco favor” a las demás madres, cuando “vivir de cara a la galería” es lo que hacen la mayoría de las bloggers.
Por eso cada vez soy más fan de #nosoyunadramamama, que en sus últimas publicaciones nos está mostrando su vulnerabilidad, su rabia y su tristeza, un ejemplo de lucha que nos hace reflexionar a sus seguidoras, valorar lo que tenemos, y darnos cuenta de que tampoco la vida de las bloggers es perfecta.
Muy de acuerdo con lo de Carmen. Pero ojo, ella es igual de verdadera ahora que antes de lo que le ha pasado. Creo que ni ella, ni yo “vendemos” una realidad maquillada.
Si crees que doy imagen de vida perfecta, igual es que no me sigues a diario. Es cierto que estoy en un momento increíble de mi vida, pero para llegar hasta aquí he tenido que sufrir y mucho.
A palos he aprendido a valorar lo que tengo y hoy soy lo que soy gracias a eso. Ahora bien, tengo días malos, como todos, y también lo cuento. Evidentemente no voy a hacer una foto cuando marido y yo tenemos una discusión y a colgarlo ¿te imaginas? Jajaja…
Instagram es una galería de fotos bonitas, pero también un punto de encuentro donde reflexionar y ayudarnos unas a otras. Eso es lo que intento cada día, ayudar y sentirme apoyada cuando lo necesito, porque yo también tengo mis días (y no se limitan a que tenga nauseas o ciática, créeme).
En fin, me duele pensar que esté transmitiendo una maternidad irreal e idílica, porque precisamente intento comunicar lo contrario. Lo que sí es cierto es que los retos del día a día los afronto con humor y quitándole hierro todo lo que puedo. Pero es eso, una cuestión de actitud, no de no tener problemas.
Un abrazo.
Bueno,sin ánimo de ofender pero yo opino como ella,no creo que Instagram sea solo para poner fotos bonitas,y menos cuando se desea mostrar la maternidad. Mi sensación es q s muestra la cara A y por eso con muchas blogger no te sientes identificada. Un abrazo!
Claro, y a mí me pasa con varias cuentas que sigo. Pero vamos, yo me esfuerzo mucho no sólo por poner fotos bonitas, sino por compartir mis experiencias como madre, las trabas que encuentro y cómo consigo abordarlas, etc.
Gracias Isabel por contestar a mi comentario. Decirte que soy seguidora fiel de tu blog desde mi embarazo allá por 2014, me gusta tu forma de escribir y tus fotos. Luego me incorporé a Instagram y no me pierdo tus saludos mañaneros (acabo de ver el de hoy). No quiero q te molestes por lo que he dicho, y por favor que nadie entienda que se trata de un tema de celos y envidia, sólo quería transmitir la impresión que yo tengo. Puedes hablar con otras seguidoras y seguramente pensarán otra cosa. Lo de la casa con jardín simplemente era como un ejemplo de casa perfecta que la mayoría de gente quiere, me de igual jardín, que ático con terraza que lo que sea, y que el marido ayuda en casa es una forma hablar, como si digo que la mujer o los niños ayudan en casa, es una forma de decir que es el estado idílico en el que todo el mundo colabora en las faenas de casa, y nadie va desbordado.
Lamento Isabel si te ha molestado, de verdad que te tengo mucho cariño aunque no te conozca en persona y me alegro mucho de que estés en un momento dulce de tu vida. Besos
Agradezco tu comentario y aclaración, de verdad que tu comentario me ha hecho pensar mucho. Una cosa es lo que yo crea que transmito y otra, muy distinta, lo que cada persona que me ve percibe. No me imaginaba que podía ser tan distinto pero bueno, si me expongo pues tengo que estar preparada para oír cosas que me gustan y cosas que me gustan menos.
Un abrazo.
Estoy de acuerdo con Esther, la verdad. Cada uni puede hacer y compartir lo que quiera, faltaría más. Pero es raro escucharte (o mejor dicho, leerte) decir que no tratas de impresionar ni de transmitir que lo tienes todo super claro y bajo control. Yo hay ciertas cosas que dices o aconsejas que son superdiscutibles, pero tú las transmites como verdades universales.
Sí? Cómo qué? Por curiosidad y para intentar corregirlo.
Tengo que ser insegura para parecer de verdad? Dime, por favor, tu opinión me interesa muchísimo.
Sí. Es como te digo. Pero mi opinión no te interesa, como a mí me interesa la tuya. Así que ni voy a perder el tiempo, ni te lo voy a hacer perder a ti. No quiero que pierdas ni un segundo que podrías dedicar a esos posts taaan necesarios
Sí te diré que la gente inteligente se lo cuestiona todo, es crítica, pero en fin…
No entiendo para nada tu respuesta, te estoy preguntando porque sí me interesa, si no ni te habría contestado (¿?)
Pero bueno, lo que dices, no perdamos el tiempo entonces.
Bueno bueno, yo alucino un poco… aunque no os lo creáis, hay gente q tiene una vida idílica. No digo que sea el caso de ella. Pero alguien a lo mejor valora más las cosas positivas, que algo negativo o malo (se entiende que pequeños problemas cotidianos). Así que ole por ti y por tu vida… una casa con jardín? De verdad se puede creer que alguien tiene una vida idílica por tener una casa con jardín? Un marido que la adora? Creo que la vida va más allá q todo eso. Realmente pienso que hay gente un poco de envidiosa.
Yo tb tengo una vida idílica. Tengo salud, mis hijos y mi marido tienen salud, nos queremos muchísimo, y también nos enfadamos. He pasado por varias desgracias en mi vida, lo aseguro. Pero así todo, tengo una vida feliz y plena. Isabel, sigue siendo así de feliz, disfrutona y molona. Besos desde Gijón!
Estoy de acuerdo con Esther. En instagram practicamente todo el mundo muestra una vida perfecta cuando no creo que lo sea..perp tambien entiendo que no guste enseñar lo malo de tu vida a no se cuantas miles de personas. Es cierto que nosoyunadramamama es de las poquiiisimas que creo que es super sincera. Tienes suerte de tenerla como amiga!! Un abrazo!!!
¡pues claro! hay algunos días (poquiiiito) que son de exposición (ahora diremos días pinterest) y otros que se hace lo que se puede, y todos tan contentos, ¡que ése es el objetivo! xxx
Me ha encantado!! A mí tb me pasa, vivo estresada el día a día con los niños, la casa, el trabajo….. de vez en cuando se me va de lad manos y me toca “parar el carro” mirar a mi alrededor y decir, a ver, tengo una niña de 2 años, un bebé de 6 meses y el día sólo tiene 24 horas!!!! Lo más importante es disfrutar mucho de mis niños que como tu dices el tiempo pasa demasiado rápido y de hacen mayores muy deprisa. Lo demás puede esperar.
Muchos besos y muchas gracias, se agradece que alguien hable de la maternidad con realismo, jej.
Yo soy muy exigente y me encanta el orden, pero he conseguido el equilibrio, es decir, no sentirme mal si un día no cenan o no cenan lo que deberían, o cosas así y la verdad, se vive mejor, porque si no, no se vive!!!
Muy buen post,pero totalmente de acuerdo con Esther:en IG se ven vidas perfectas,y ya no lo digo tanto por tí,Isabel, sino por otras bloggers, que encima se consideran que forman parte del Club de Malas Madres,cuando yo entiendo por Mala Madre exactamente lo que has explicado en el post:
-Madre trabajadora (en casa o fuera de ella)
-Estresada a veces
-Harta a veces de sus hijos
-Hace cosas que siempre dijo que no haría: comida no saludable en alguna ocasión, dar chuches, acceder a algo por no soportar una pataleta, pasar malas noches…
Para mí una madre que está todo el día de compras, pero en plan a saco,casa impecable,marido perfect,viajes a todo tren,ella ideal,niños a la última, ayuda en casa….Pues vale, será madre por supuesto,pero dista mucho de lo que es la realidad de las madres.
A mí es que, en general, me la peta todo. Jajaajja. Y eso que para algunas cuestiones soy muy “cosita” pero no aspiro a la perfección ni de lejos. Y encima cuento mis miserias y, claro, como los demás no, quedo peor que el mohoso jajaja. Pero sé que mienten jejeje.
que bien me viene tu post . hoy me senté sobre la cama a llorar y respirar hondo sin saber muy bien lo que me pasaba era una crisis de no llego a nada y de quiero pero no puedo últimamente se me escapa más de un grito y es que como madre me he puesto el listón demasiado alto y no llego .me frustra pensar que no soy buena madre cuando mi hija ( tiene 4 años) me dice que si me puede ayudar a cocinar o si juego con ella pero es que mi pequeña ( 16 meses) esta en plan espiderman por todo lo que pilla y me pongo super nerviosa pensar que pudiera hacerse daño . no me deja hacer mucho en casa y cuando quiero dedicarle tiempo a la mayor se mete por medio y arrasa con todo .me encuentro agotada la verdad voy a seguir tus consejos y gracias por hacerme saber que no soy la única que pierde el timón en este barco de la maternidad tan duro y tan bonito a la vez.
Uffff que tema es verdad que muchas veces esas madres supuestamente perfectas van super arregladas a la moda con super marcas comprando día si día también aparte recibiendo regalos y super regalasos y luego te lo recomiendan (omg) claro que si guapi este mes dejo de pagar el agua y la luz y le compró a mi niña una jarrita super molona para la ducha de silicona flexible para evitar golpes ostras yo me quedo ?? ostras si ducho a mi hija corriendo tengo un taza de plástico duro de Ikea (era plato pero me solucionó un día el asunto y se quedó en el baño) y le lavo la cabeza y si la intensa no quiere salir le doy con el cacharro en la cabeza ?? y no hemos llegado ni al psicólogo ni al traumatólogo. Bueno es una escena real creo que si sí es chulo ver cosas interesantes pero de verdad es necesario creer una necesidad tan a saco de lo que realmente no es necesario. Ellas no tienen la culpa lo se; la necesidad te las creas tú, pero esto se complico el día que se convirtió un en TRABAJO EN UNA FUENTE DE INGRESOS y nosotros los seguidores nos quedamos con la idea que era su día día su realidad. Molona creo que la gente habla de ese tipo de influenses. Se que tú nuestras tu realidad yo tampoco cuelgo una foto fea es normal pero el consumismo al que hemos llegado roza lo intolerable.
Me ha encantado el blog, estoy totalmente de acuerdo, con mi primer hijo me exigía demasiado quería ser perfecta en todo casa hijo marido comidas yo misma pero me di cuenta que se me escapaba la vida intentando ser perfecta y con el segundo cambie el chip, disfrutar de vivir como somos y la verdad se vive más relajada, se duerme incluso mejor jajajaja. Así que arriba esas mamás perfectamente imperfectas que somos todas incluso esas que vende que son perfectas…y estar en un momento de la vida “perfecto” no quiere decir que nuestra vida sea perfecta, mi marido es perfecto para mi con sus imperfecciones, mis hijos son perfectos con todas sus imperfecciones así que, a disfrutar de las imperfecciones de todo el mundo.
Comparto todo lo que dices. Yo hace un tiempo que renuncié también a ser perfecta, sinceramente no sé de qué sirve tener todo “perfecto” si no eres capaz de disfrutar del proceso o de todo lo demás. Y como bien apuntas, eso no quiere decir que no me gusten las cosas bien hechas. El nivel de exigencia de las mujeres es muy alto y debemos aprender a escucharnos y ver qué es lo realmente nos hace felices a nosotras. Solo siendo felices haremos al resto feliz también . Un abrazo guapa!
Como me ha gustado el post!! Me ha encantado vamos, es como si lo hubiera escrito yo misma, más que nada por todas las frases que comentas y que en todo me siento identificada y no puedes tener más razón, nos exigimos demasiado a veces por no parecer menos o por la sociedad que nos rodea o por el que dirán, pero vamos que no hay cosa más cierta que lo que has dicho, paremos, respiremos, difrutemos un poco de la vida y de nuestra familia, porque no somos perfectas y no pasa nada en absoluto. Un besazo guapa!
Hola Isabel, con todo el respeto del mundo quería decir que yo también creo que la imagen que das es de vida perfecta. Porque l final estar a veces cansada, harta, encontrarte mal o no tener la casa limpia son minucias que ahora se utilizan en las rrss para exponer una vida perfecta con ciertas imperfecciones contadas en tono de humor para darle más realismo al asunto. Pero creo que las imperfecciones que más nos duelen no son esas, son las crisis profundas que atravesamos muchas veces, con nosotras mismas, con nuestras parejas, con nuestros hijos, con nuestra familia…y no me refiero a largas crisis. Pero casi cada día se pasan momentos de montaña rusa emocional que en las redes no se plasman, se da una apariencia de estabilidad ( si, con algún problemilla mundano pero siempre con humor latente). Y es normal que no se plasmen, es normal que eso no se comparta, pero entonces lo que se comparte no es la vida real. Y eso tiene que quedar claro para todos los lectores. Porque si no parece que los problemas de las madres bloggers son ay vaya hoy estoy cansada voy a dejar que la casa esté más sucia. Y creo que eso no es auténtico. Pero no lo digo por ti eh creo que es global a casi todo el mundo de exposición pública de la vida, sea la rrss que sea. Y quiero que quede claro que tampoco pienso que sea tu cometido, es cometido de los lectores no crearse fantasías de cómo debería ser su vida poniendo como ejemplo a bloggers.
Sí, sí, si yo en parte estoy de acuerdo contigo. Pero realmente yo estoy en un momento increíble de mi vida. Mira, lo he pasado tan rematadamente mal en mi pasado que hoy afronto el día a día de otra forma. Lo que plasmo en mis redes es lo que hay, sin fingir, sin ocultar una realidad más cruda (que ojo, igual haría que más gente empatizara conmigo, pero es que no existe y no me la voy a inventar).
Mi vida no es perfecta, yo no soy perfecta, pero mi actitud ante los conflictos del día a día puede que sí haga parecer que lo soy, por eso intento transmitir lo que yo he aprendido, para ayudarnos unas a otras a vivir sin tanto peso, sin tanta exigencia… que los problemas gordos ya vienen solos.
Ya me tocará volver a sufrir, estoy segura y si tengo que compartirlo, lo haré pero, hasta entonces, voy a disfrutar de mi situación actual y a intentar ayudar a otras madres que igual necesitan un empujón, un consejo o solo evadirse un ratín.
Un besazo!
Pues si realmente ésta es tu vida te felicito oye, de corazón. Tenemos mucho que aprender de ti entonces. Yo no podría compartir mi vida, porque si, podría decir lo locamente enamorada que estoy de mi maravilloso marido, porque lo estoy, pero hay días desde que nació mi hijo que querría divorciarme, entonces no me parece auténtico. Podría poner mil y una cosas maravillosas de mi vida porque realmente soy muy feliz, pero también hay lágrimas, crisis, dudas, miedos…y eso no lo pondría claro. Yo sí tendría una realidad más cruda detrás, y al igual que yo muchiiisima gente, y muchos de ellos con blogs plusquamperfectos. Obviamente no te tienes que inventar una cara B de tu vida para que la gente se sienta bien, sólo faltaria, creo que cuando realmente hay autenticidad podemos aprender entonces los unos de los otros. Veo que éste es tu caso, así que perdona porque te haya caído justamente a ti este comentario de la vida blogger. Un beso y que sigáis así de felices
No te preocupes, todas las opiniones, desde el respeto, son bienvenidas. De todas formas, podríamos hablar largo y tendido, pero claro esto de internet tiene sus limitaciones y hablar con un café no es igual que escribirse por aquí.
Un besazo!
Yo hace mucho que dejé de intentar llegar a todo. Intento hacer las cosas bien, con mis hijas, con mi marido y en mi trabajo, pero sin agobiarme con lo que no llego. Al final lo que hago es priorizar lo que es importante para mi familia y para mí. Que no llego ni quiero dedicar tiempo (escaso) a hacer galletas caseras sin azúcar, porque prefiero estar jugando con ellas en la calle mientras haga bueno, pues les doy galletas industriales solo de vez en cuando y listo, y no me altero.
En cualquier caso, yo creo que todos debemos entender que lo que mostramos en público no son nuestras miserias, yo no quiero hacerlo y no lo hago, vamos, ni las mías ni las de mi familia. Creo que hay que saber distinguir que una foto o un video puntual son sólo eso, un momento puntual del día, y en mi caso concreto, un momento puntual que quiero recordar, así es que obviamente son momentos que me gustan. Yo no creo que eso sea “vender” una vida ideal ni nada, creo que es simplemente que seleccionamos lo que compartimos públicamente. Incluso cuando compartimos una desgracia, como hace Carmen, que la nombran por ahí, dentro de eso seleccionamos qué mostramos, y no nos mostramos en nuestros peores momentos dentro de esa situación, o hay ciertas cosas que se quedan para la familia, obviamente.
En todo caso, me identifico con tu manera de afrontar las cosas, además de que estés o yo esté en un momento dulce, yo también opto por tratar de no maximizar y tomarme con humor los pequeños inconvenientes y dificultades del día a día, porque eso me ayuda a ser más feliz.
Cuánta razón. Personalmente he sido gran parte de mi vida excesivamente exigente y crítica conmigo misma, enfadándome cuando las cosas no salían perfectas o tal como esperaba que fueran. Sin embargo, es una de las facetas que ha cambiado en mi la maternidad. Quizás al enfocar mi atención al 100% en algo que no era yo y lo que me rodeaba sino en mi pequeño y sus necesidades, el resto de cosas han ido quedando en un segundo, tercer y cuarto plano. Me siguen gustando las cosas bien hechas, la casa ordenada y las tareas finalizadas pero ni me estreso cuando no llego a todo. Es lo que hay. Y cuanto antes lo asumamos, mejor que mejor. Un abrazo.
En el momento de mi vida en el que estoy ahora mismo, creo que no me he podido sentir más identificada. Totalmente de acuerdo. Personas reales y momentos reales es todo lo que quiero en mi vida
Que difícil ser madre e intentar ser perfecta. Lo mejor es disfrutar del momento, de los peques y de ti misma. Pero fácil, no es. ¡Un abrazo fuerte!
Más razón que una santa, hay que olvidarse de esa falsa imagen de perfección que no existe y que nos hace tanto daño. ¡Un abrazo preciosa!