-Una adaptación de un texto original de María Marín, alias Madreveterana-
Comienzo a parecer arisca entre mis amistades. Pensarán que los años me han cambiado, que ya no soy la que era… y no, no lo soy, ya no acudo de visita a los hospitales cuando han dado a luz mis amigas y, después, opto por la visita de cortesía. Bueno, y ya si me apuras, me limito a mandar un mensaje de felicitación con el típico “sé que estarás muy liada, lo dejamos para más adelante”.
Y no, no son ganas de perder amigos o de volverme antisocial. Mi problema es que me conozco, me conozco bien, no puedo arriesgarme, coger un bebé en brazos supone una tentación demasiado grande para mí. Y soy débil, muy débil. ¿Cómo un ser tan pequeño e inocente puede desestabilizar de esta forma a alguien que le saca más de 3 décadas? Pues ya lo veis, sí, sí que pueden, esos seres pequeños son peligrosos, altamente adictivos y suponen un riesgo para mí salud mental. Por ello:
No me dejes coger a tu bebé, por favor, no lo hagas.
No me dejes oler ese característico aroma de recién nacido.
No me dejes.
No me dejes acariciar su piel tan extremadamente suave… No lo hagas y ¡ten piedad!
No hagas rememorar esa sensación única de sentir de nuevo el milagro de la vida.
Quedarme maravillada admirando sus pequeñas manos y pies.
Sentir esa increíble paz al dormirle en mis brazos.
Mecerle adelante y atrás, adelante y atrás, casi de forma instintiva…
Que no, que no, que no… ¡que yo ya estoy mayor para estas cosas! Avistando los 40, con cuatro partos a mis espaldas y tres critaturas guerreras en casa. ¿Para qué mentirnos? Mi vida ya es de locos. De locos es vestir a tres niños a la vez a las 7 de la mañana cuando marido ya está trabajando. De locos es que uno llore porque tiene sueño, el otro entre en pánico porque acaba de recordar que no tiene los deberes de inglés listos y el otro, simplemente, se deje llevar por la histeria colectiva. Es de locos continuar la jornada laboral pensando que hay que llamar al pediatra sin falta porque toca la revisión del pequeño o que urge comprar leche porque ya no queda ni una gota en la nevera…
Y de loca, pero loca de atar, es que, a pesar de todo lo dicho, se cruce una embarazada contigo, te corte el discurso de golpe y comience a reconcomerme por dentro una envidia tremenda. Sí, que en mitad de cambio de armario, con todo el trajín que supone, descubras al fondo esa caja llena de mini ropita, al fin te propongas deshacerte de ella y no… no seas capaz.
– “Por si acaso” piensas
– “¡¡¡¿Por si acaso qué?!!!” te replicas
– “Pues eso… por si acaso”…
Sí, la bipolaridad se apodera de mí al extremo. Y ahora ¿ya me entiendes?, pues ten corazón y no me dejes coger a tu bebé en brazos por lo menos, por lo menos, hasta que te confirme que la menopausia ya está aquí, hasta entonces, creo que no dejaré de estar en peligro. Os dejo que todavía tengo que comprar leche, hacer deberes de inglés y esconder la caja con mini ropa en el fondo del armario hasta el siguiente cambio de estación.
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¡Gracias María por este post tan genial!
A vosotras ¿os pasa?, ¿también os asalta la tentación de aumentar la familia? yo ya sabéis lo que pienso, la idea del tercero me va y me viene depende del día… ¡es un no parar de darle vueltas!… bueno, el tiempo lo dirá 😉
Que paséis un día muy molón, entre post y post os espero en Instagram, Facebook y Twitter
28 respuestas
Qué bonito texto. Es verdad que es una tentación, un recuerdo que nunca dejarás atrás y que te encanta rememorar. Los niños tienen algo especial, te atrapan con su cuerpecín y te hacen la más feliz del mundo.
Tuve mi época en la que dudaba. Pero cada vez lo tengo más claro porque la edad no perdona y las ganas y las fuerzas para afrontar otra vez la maternidad desde cero, están mermando a pasos acelerados. No me veo con más hijos y, en parte, me da un poco de pena. Pero las cosas no salieron como quisimos (perdimos nuestro primer embarazo y hasta conseguir tener a mi hijo, pasó mucho tiempo).
El texto es precioso <3
Siento mucho lo que te pasó, tiene que ser durísimo. Estoy de acuerdo contigo, el tiempo pasa y cada vez se hace más difícil. Yo no descarto pero tampoco estoy 100% segura. Pero bueno, todo se verá 🙂
Besazo!
Gracias por tus palabras.
Por cierto, sí que te visualizo con otro churumbel más. Te pega, os pega 😉
Anímate con el tercero, que tus hijos te lo agradecerán. Deja las dudas para el cuarto! Y, si no lo haces por tus hijos, hazlo por las pensiones ?!
Toma ya! Ahí animando, di que sí ??? levantemos el país ?
Yo tengo claro que tendré un tercero, pero precisamente porque soy una enganchada de los bebés y los niños, y porque creo que por muchos que tenga nunca superaré el “ya no voy a tener más”, prefiero postergarlo un poco. Tengo dos niñas, de 4 y 2 años, y tanto mi marido como yo queremos tener otro más. Pero mi marido se planta con tres (cosa que entiendo perfectamente, ojo), y como yo sé que si lo tenemos ya, me pasaré una época desconsolada por tener más, prefiero esperar un poco, disfrutar de mis dos peques, de los hijos de mis amigos y nuestros sobrinos, los que tenemos y los que están por llegar, y en un año o dos lo volvemos a pensar.
Igual estoy mu loca, pero ese pensamiento de “me queda uno” me consuela, ¡porque sé que será el último! Que si lo tenemos ya, pues me pasaré unos años en los que mucha gente a nuestro alrededor tendrá niños y viviré en el desconsuelo. Jajaja.
Jajaja! Al final sí que va a estar extendida esta “aducción” a los bebés 😉 ya me contarás, yo de tenerlo me gustaría que se llevara lo mismo que estos dos, así que tengo algo de tiempo para mentalizarme. Besazo!
Ay, yo me siento exactamente igual. Me encantaría tener un tercer bebé, sobre todo ahora que la peque tiene ya 20 meses y se está convirtiendo en niña a pasos agigantados. Pero mi marido no quiere. Se niega. Ni harto de vino lo convenzo de volver a empezar todo de 0. Y a mi me pasa como en el texto: no puedo ver una embarazada, me derrito si me cruzo con un recién recién nacido… La verdad es que lo estoy pasando fatal!
Ay, había dejado un mesaje y no sé qué he hecho que no sale!
En resumen, decía que yo sé que tender un tercero, pero me lo estoy “guardando”, precisamente por eso.
Soy una enganchada de bebés y niños, me encantan muchísimo y los disfruto. Mi marido quiere otro más pero ya está (¡y lo entiendo!), y yo sé que cuando lo tengamos, seguiré desconsolada por más bebés, porque además sabré que ya no habrá más!
Así es que ahora mismo prefiero disfrutar de mis niñas de 4 y 2, y de mis sobris y los bebés de amigos, y dentro de uno o dos años, pensarlo de nuevo a ver si nos lanzamos en ese momento. Así lo alargo un poco más, sabiendo que me queda un hijo pendiente. jajaja.
Igual estoy como una regadera, pero prefiero ese pensamiento de “me queda uno” y esperar un tiempo, y luego disfrutarlo bien con mis niñas algo más mayores y cuando me queden menos años en los que seguir viendo recién nacidos a mi alrededor. jajaja.
¡Un beso!
No me habías dado tiempo a aprobarlo pero ya están visibles los dos 😉
Normal que nos ocurra a muchas!! es el mayor privilegio que tenemos las mujeres. La capacidad de engendrar vida, gestarla en nuestro interior, parir, amamantar, criar, educar, acompañar. En definitiva: AMAR! de esa manera tan especial que nos es comparable con ninguna otra cosa en este mundo. Normal que nos tiente la idea de volver a experimentarlo 😉
Uy, yo debería ponerme las pilas en este asunto. veo los bebés ajenos y me parece que está súper lejana esa etapa de mi bichilla. Pero luego pienso en el trabajito que aún me da la mía ¡y no soy capaz de lanzarme! Como siga esperando, me haré vieja, vaga y se me quedará de hija única.
Ayy yo también quiero 3, de momento tendría que ir a por el 2, tengo tantas ganas pero por otro lado tengo que reincorporarme al mundo laboral… y está todo tan complicado que no se no se, de momento estoy a dieta ja ja para un por si acaso tener mi cuerpo limpio de toxinas ja ja
Ay María! Cómo me ha gustado leerte! Te entiendo perfectamente, por mi parte estoy intentando alargar al máximo la llegada del tercero porque aunque siempre soñé con tener cuatro hijos mi marido no está del todo de acuerdo y sé que será el último. Quiero disfrutar del embarazo, el parto, de ese primer momento y de todos los que vienen después.
Me siento aliviada al leerte porque hace no mucho me invitaron a una cena en la que era el bicho raro que disfrutaba de la maternidad. Para las asistentes el parto era un mero trámite y el momento bebé poco más que un estorbo. Por si no me crees te dejo el link para que veas el vídeo http://www.milemae.com/maternidad/deliciosa-calma/
Tremendo. Así que no me quedó más remedio que casi gritar en favor del parto y la maternidad positiva. A ver qué te parece.
Me ha encantado Isabel! Un besazo
Milemae, yo puedo entender que alguien disfrute menos del parto y la etapa bebé que de cuando los niños son algo más mayores. Yo disfruto de todos los momentos, tanto de nacimiento y bebés como de más mayores, a cada etapa le veo lo suyo, pero entiendo quien “prefiera” o disfrute más de la etapa de más mayores.
Siempre me han encantado los niños y disfruto inmensamente de ser madre, y de momento, si por mi fuera, tendría yo qué sé cuántos niños. Pero eso no quita que también a veces esté cansada, eche cosas de menos, o le vea los lados “menos buenos” de la maternidad. Y decirlo no está mal…
Me encanta la iniciativa de la maternidad positiva porque yo la vivo así, pero veo que a veces hay que poner el contrapunto de los aspectos más complicadillos, y el día en que tus hijos te han sacado de quicio está bien también desahogarte con gente que te puede entender.
¡Un besazo!
Sí pero supongo que Mileva se refiere a las que sólo ven lo malo de constante, no puntualmente. Todas, todas tenemos días malos, está claro y está bien sacarlo. Yo muchas veces, después de momentos críticos, intentó pensar que esta etapa pasará y que la echaré de menos. A veces queremos que crezcan demasiado deprisa y cuando lo hacen nos gustaría volver atrás. Un besazo Ana y mil gracias por comentar 🙂
He visto el vídeo y me ha gustado muchísimo! Lo describes tal cual, el parto, ver a tu bebé por primera vez… Ese momento lo repetiría mil veces! 🙂
Yo si quiero, pero pensar en un post parto me paraliza el cerebro. Eso es la muerte. Y no quiero yo…
Es que tus post partos son para echarse a temblar. Yo sufro los 9 meses luego, gracias a Dios, se me pasa todo y empiezo a disfrutar 🙂
Tú me los gestas? Y yo paso el post parto y todo lo demás!
¡Me ha encantado la entrada! Qué tienen los bebés que te hacen replantearte todos tus planes???
Me duele mucho leer lo de los cuatro partos y tres niños, lo siento muchísimo… Sé lo duro que es perder un bebé, si encima estabas en un estado avanzado y tuviste que pasar el parto, no me hago a la idea de tu dolor.
Un beso
Cómo me ha gustado leer a Maria por aquí. Sigue siendo tan bonita como a los 18. Un beso fuerte para ambas.
Uffff como te entiendo…. Y eso que yo siempre digo que no me gustan los niños, pero…los bebes………me muero…..
Para no gustarme los niños, he tenido tres. Una de 7 años, otra de 21 meses y mi “regalo sorpresa” de 6 meses. No estoy loca, no, surgió, vino y es lo más bonito q me ha podido pasar!
Eso sí, tres cesáreas, la última a un mes de cumplir los 39 y una ligadura en la última por recomendación médica. Mi utero no hubiera resistido otro embarazo.
A mi marido le hubiera gustado ampliar y tener un chico, nuestra asignatura pendiente y a mí……a mí se me descoloca todo cuando veo una embarazada, un bebé recién nacido….ya sabes a lo k me refiero…..y la gente, cuando lo digo se cree q estoy loca…pero es q son taaaaaan tiernos…..y todo esto lo escribo mientras le estoy dando el pecho a mi pequeñita, aunque mucha leche no tengo Pk entre trabajar, criar, educar y demás……el estrés ha terminado con mis reservas lácteas, pero estoy tan enganchada….que no puedo evitarlo.
En fin, esta loca se despide feliz Pk veo q no soy una especie en extinción y a las q os planteáis el tercero, no os lo planteéis, HACEDLO REALIDAD!!!!!
Ay Amparo! Qué bonitas tus palabras 🙂 enhorabuena por tus tres soles y a disfrutar mucho de ellas. Besos y gracias por compartir tu historia!
Te entiendo perfectamente, tengo 5 hijos, hasta hace 4 meses, la pequeña tenía 5 años y yo ya creía que descansaba pero…. No hay nada mejor que oler a mi coquito, ocuparme de sus cosas, ver a sus hermanos mayores, muy mayores, felices y con la baba caída. Una nueva vida siempre es un regalo!!!!!
Madre mía. No soy la única. La verdad con 31 años, un niño de 3 años y un bebé de 7 dias ya estoy pensando en el siguiente…esto de los bebés es adictivo. Me encanta estar embarazada, esa sensación cuando sale de títulos y ese olor a bebé que jamás olvidarás…Ains.
Tu guarda por si acaso que NUNCA SE SABE. Jajaja
Jaja! Pues sí, yo por ahora guardo no vaya a ser que la líe parda ???
Siii jejjee tengo tres niños y el cuarto ronda por mi cabeza