Como muchas sabéis, tengo intolerancia al trigo y al huevo. Durante 14 años fui diagnosticada con “Colón irritable” hasta que fui a un homeópata y me dijo que se trataba de una intolerancia. Eliminando de mi dieta estos dos ingredientes se acababan los dolores y los muchísimos problemas digestivos que tenía. Sí, mi vida cambió radicalmente y, aunque la adaptación a la nueva dieta fue muy buena, cuando llegan ocasiones especiales me quedo sin probar las tartas y los dulces… drama, drama… Así que, en mi afán por saciar mis antojos de embarazada, esta vez por el cumple de niñamolona no me he resignado y mi suegra me ha preparado esta esquisitez adaptada 100% a mis intolerancias.
Como cada vez hay más niños con intolerancias, celiacos, con alergias, etc. he pensado que compartir la receta igual os sirve a muchos de ayuda 😉 Sale muuuuy buena, os va a recordar a una tarta de queso pero es bastante más ligera (el único “pero” que tiene es que no podréis parar de repetir).
Ingredientes:
– 1 litro de nata de montar
– 1/2 l de leche
– 2 sobres de cuajada (en principio no tiene que llevar ingredientes prohibidos, pero fijaos bien)
– 3 cucharadas de azúcar
– Galletas María sin gluten, ni huevo (yo las compro en Mercadona, herbolarios, etc.)
– Mermelada de frambuesa, fresas o la que más os guste. Yo he usado esta de “La Vieja Fábrica”
Manos a la obra
Ponemos la nata en una cazuela y calentamos a fuego máximo hasta que cueza.
En otro recipiente echamos los sobres de cuajada y el azúcar, para mezclarlo poco a poco con la leche mientras removemos bien para evitar grumos. Incorporamos esta mezcla a la cazuela cuando la nata esté templada y seguimos dando vueltas con unas varillas para que se mezcle bien. Cuando llegue a ebullición, ojito porque sube la espuma y se os puede salir, quitamos el fuego y seguimos removiendo. Esperamos unos 5 minutos y lo echamos en un molde.
Encima ponemos las galletas enteras -que se quedarán flotando- y los huecos que queden los rellenamos con trocitos de galleta más pequeños. Esperamos a que enfríe y lo metemos en la nevera. Lo suyo es esperar de un día para otro para que cuaje
bien y no tengáis problema.
Para desmoldar basta con que echéis un poco de agua caliente por fuera del molde, pero poco tiempo, solo para que temple un pelín y se pueda desmoldar sin problemas. Dais la vuelta y ahora llega mi parte favorita: poner la mermelada por encima. Para que os sea más sencillo, calentad la mermelada un poco al baño María y extenderla por encima.
Y llegó el momento más esperado, ¡el de zampar!
Sin más me despido, espero que la probéis y me contéis 😉 entre post y post nos vemos en en Instagram, Facebook y Twitter.
5 respuestas
ummmmmmmmmmmm qué buena pinta… creo que tendré que esperar a que mi pequeña se cure para hacerla pero me la apunto 😉 La verdad es que es un rollo el tema alergia e intolerancias… a mi me da pena ver cómo todos los amiguitos de mi hija comen galletas y tarta en los cumpleaños y ella tiene que buscar la alternativa que yo le llevo porque no hacen las cosas sin leche 🙁
que pinta más rica! me apunto la receta para el próximo cumple! jejeje
Mmmm, de esa mermelada me encanta la de naranja amarga! Besicos
Por favor me puedes indicar el nombre del naturopata, me siento totalmente identificada con tus dolencias. Muchas gracias por el post
Se llama Francisco y pasa consulta en El Escorial, 918901292. Un abrazo!