Para muchas resulta un auténtico quebradero de cabeza el vestuario en el embarazo y a casi todas nos apetece ser una embarazada molona. Al principio tienes muy poca barriguita pero te aprietan tus pantalones. Luego empiezas a tener más y, durante un periodo de tiempo, permaneces en un incómodo limbo
Existe un extraño arte, llamemoslo así, que consiste en coger a una embarazada y atemorizarla, sí, sí, atemorizarla con todo tipo de “historias para no dormir sobre el embarazo y la maternidad”. Pero lo hacen por nuestro bien, no vaya a ser que una esté tranquila y feliz con su
Uno de los momentos más emocionantes, después de comprobar que estamos embarazadas, es contarlo. A mi marido, ya lo comenté en otro post, le di el predictor envuelto en papel de regalo y le encantó; a mi hermana pidiéndome una cerveza SIN alcohol, qué bien me conoce; a mis padres
¿Quién soy yo para dudar de la madre naturaleza y de su sabiduría?, ¿quién?, pero, ¿de verdad tenemos que desarrollar el olfato de un perro cuando estamos embarazadas?, ¿en serio?, yo creo que para todo hay un término medio. Por un lado, vale, nos sirve como autoprotección frente a sustancias