¿Qué me ocurrió en los Premios de Madresfera 2015?

Si hay una cosa que detesto es perderme una fiesta/ cena/ reunión con amigos y resulte que el encuentro en cuestión se convierta en el más épico de todos los tiempos. Si uno falta a estas cosas, está condenado a no pillar ni uno de los futuros chascarrillos y chistes originados aquel día en el que tú, lamentablemente, no estabas. Por eso, ahora que se han vuelto a convocar los Premios Madresfera, me solidarizo con todas aquellas que no estuvisteis presentes y, por lo tanto, no os enterasteis de cómo me marqué un Miss Colombia en toda regla. Hoy os lo cuento, en primera persona y lo dejo escrito ya para la posteridad.

¿Qué es hacerse un Miss Colombia?

En primer lugar, os pongo en antecedentes. En el certamen de Miss Universo 2015 coronaron a Miss Colombia como reina de la belleza, ella se emocionó, le colocaron la corona y, mientras se secaba las lágrimas con cuidado de no sacarse los ojos con sus uñas postizas (eso es así, si no no eres Miss, ni eres nada), la organización tuvo que recular y decir que había sido un error y que la ganadora realmente era Miss Filipinas. Sin pudor, le arrebataron la banda y la corona y se la pusieron a su compañera. ¿Cómo te quedas?

Os dejo el vídeo, es bastante más ilustrativo. Ojo a partir del minuto 1:00 y no os perdáis el minuto 2:30, momento en el que le quitan la corona.

https://www.youtube.com/watch?v=RNdvloLKrRE

Pues algo así me pasó a mí, en los Premios Madresfera hace un año, pero sin uñas postizas, claro… jajaja

Pero ¿qué pasó?

Sencilla y llanamente que servidora estaba nominada en una categoría y el día que hicieron visible cómo iba el ranking me quedé alucinada al verme entre las 3 primeras. Sorprendida, a la par que motivada, comencé mi particular campaña en redes sociales para seguir ganando votos y mantenerme ahí arriba, en el podio. La noche que se cerraban las votaciones pasé a cuarta posición y lo vi francamente chungo, la verdad, así que decidí retirarme con la cabeza alta y la satisfacción de, por lo menos, haberlo intentado.

Antes de que terminaran las votaciones me fui a dormir, porque una madruga y Dios le ayuda, básicamente. Así que a la mañana siguiente me fui a trabajar ya sin pensar más en el tema. De pronto a las 11:00 de la mañana recibo una llamada de mi amigo Román al grito de “¡ENHORABUENA!” y yo… “no jomío, no, al final quedé cuarta, no ha podido ser”. Y me soltó efusivamente “¡que sí! que lo estoy viendo en el ordenador y estás tercera, mira entra en la página”. Y mirad que me extrañó, pero fui a verlo y EFECTIVAMENTE, ¡estaba tercera!

Así que yo, alegre y victoriosa, preparé una imagen ideal de niñamolona con el mensaje “¡Lo conseguimos! Gracias a todas” y una parrafada de las mías de instagram, con palabras emotivas y bucólico festivas. Como quién recoge un Óscar y da un discurso, pues tal cual.

Al ratito me llega un mensaje de Mónica, de Madresfera, y me dice “oye… que no, que no estás clasificada” y yo no sabía dónde meterme. “Pero Mónica, si en la página se ve que estoy ahí, en tercera posición”. Y entonces, cual señor de la organización que aparece en el vídeo del certamen de Miss Universo, me dijo la realidad “ha habido un problema con la página y no sale actualizada, has quedado cuarta”.

“Vaya señora putada” pensaréis. Pero mi mente solo podía centrarse en una única cuestión: “Y ahora ¿cómo narices digo a toda esta gente que no, ¡que no soy finalista!?”. Yo, que ya había dado las gracias hasta al apuntador, ¡que había abrazado la gloria con una foto de mi molona! y lo primero que me vino a la cabeza fue mi querida colega Miss Colombia. Y con ella anuncié el dichoso error.

¡Y hasta yo me sorprendí con la cantidad de mensajes que recibí a continuación! yo que sentía una vergüenza tremenda, no lo voy a negar, que se me había olvidado hasta que me había quedado fuera de ser finalista ahí, al ras; ¡ya era lo de menos!, lo importante era salir de esa situación incómoda de la forma más digna posible, como cuando te caes por la calle y te levantas al grito de “estoy bien, estoy bien” aunque te duelan hasta las pestañas. Y el caso es que lo conseguí, conseguí salir del embolado con dignidad.

No sabía hasta qué punto esta anécdota había tenido repercusión, hasta que Mónica me invitó a la entrega de premios de forma insistente “venga vente, pásate aunque sea un rato”. Acudí a la cita y ¡tachán! sorpresón total cuando en mitad de la gala dicen mi nombre y me hacen subir al escenario para, SÍ, CHICAS, ¡¡¡coronarme!!! entre risas y aplausos; la verdad es que me lo pasé francamente bien, lo recuerdo con una sonrisa de oreja a oreja, emoción al nivel de las que se llevaron su “estatuilla” a casa 😉

Encima muchas blogueras a las que no conocía se me acercaron para elogiar mi buen perder. Y las que sí me conocen me dijeron que tenía bastante mérito por habérmelo tomado tan bien. A ver, que yo no voy a negar que me lo tomé con humor, jajaja, pero también hay que entender que organizar una cosa de estas, y más por primera vez, tiene bastantes complicaciones, por lo que los errores son 100% comprensibles. Soy de las que consideran que todo pasa por algo, yo no tenía que ser finalista, punto y pelota.

Moraleja chicas: nunca se sabe cuándo se gana y cuándo se pierde, definitivamente yo gané mucho con esta experiencia: gente molona mostrándome cariño, conocer más gente molona que no conocía y poder presumir de ser la única coronada de toda la gala. ¡Toma ya!

Y esto es exactamente lo que pasó en los Premios Madresfera del año pasado. Este año repito candidatura, lo que no sé es si repetiré quedarme en cuarta posición. Si queréis contribuir a que me marque de nuevo un Miss Colombia y reírnos todos, pues no me votéis, si, por el contrario, queréis coronarme pero esta vez como una de las finalistas en la categoría de Embarazo y Crianza, pinchando en este enlace podéis votarme: http://bit.ly/MolayVota

Y hasta aquí el post de hoy, espero haber solventado las dudas de quiénes me habéis preguntado a raíz de los comentarios de instagram y twitter “pero ¿qué es hacerse un Miss Colombia”? y “¿qué pasó en los Premios de Madresfera?”.

A todas las compañeras que estáis nominadas, ¡muchísima suerte! y recordad que, aunque mola ganar, perder también tiene su aquel, lo importante es haberlo intentado y salir con la cabeza bien alta, porque, pase lo que pase, nosotras lo valemos, ¡hombre ya!

¡Besazos a todas! entre post y post, os espero en Facebook, twitter y, sobre todo, en instagram.