Los regalos del 2º cumpleaños de niñamolona

¡Cómo pasa el tiempo cuando uno se convierte en padre/madre molona!, ¿verdad?, no me quiero poner nostálgica pero es que es alucinante; por un lado no recuerdas la vida sin ellos y, por otra, parece que fuera ayer cuando salía de mi horno para dejarme con la boca abierta de incredulidad. Aunque la ocasión merecía una súper celebración, por razones ajenas a mi voluntad, no he podido tirar la casa por la ventana y hacer una megafiesta temática, como esas que están de moda y que inundan los tablones de pinterest de madres mucho más molonas que yo, jurjur… Pero ojo, he de reconocer que el día del cumpleaños no estuvo nada, pero que nada mal.

Niñamolona pasó un día estupendo, después de la guarde pasamos la tarde en casa y no faltaron los 4 abuelos molones, su tía y primo molón e incluso apareció por sorpresa su padrino (hombre ocupado donde los haya, muy varolable su esfuerzo en pleno martes). Sopló velas (tres o cuatro veces seguidas, en eso ha salido a mi, algún día os contaré mis traumas de infancia, jaja…) y tuvo regalos muuuuuy molones. A continuación os detallo qué cosas han hecho las delicias de nuestra niñamolona en su segundo cumpleaños:

1) Empezamos por el disfraz de Frozen, como ya os he comentado por instagram, la fiebre del hielo ha llegado a Villa Molona. Canta sus canciones, baila, mueve los brazos como si estuviera congelando la casa entera… diversión sin igual ahora multiplicada por 1000 gracias a este vestido de Elsa, zapatitos a juego y horquillas ya para redondear el pack. Lo podéis encontrar todo en H&M por precios más que asequibles (el vestido cuesta unos 20 €).

2) Cestita de picnic cortesía de Old Teddy´s, la podéis encontrar en la tienda online 4kids&friends. Además de ser una monada por fuera, no me puede gustar más, dentro viene completita con 4 tazas con su platito, cucharitas y una tetera. Niñamolona se lo toma muuuy en serio y nos prepara café y té con muchísima concentración. El set de té está protagonizado por “Lyli, la princesa Hada”, la protagonista de los cuentos infantiles escritos por Monika Finsterbusch, que ha creado un mundo mágico para niñas con edades comprendidas entre los 4 y 8 años.

3) Cocinita de madera de Imaginarium. No hay palabras para esta obra de arte, un regalo de sus tías molonas que ahora decora nuestro salón y donde niñamolona prepara lentejas, macarrones o calienta la tetera de su regalo anterior. Sí, nos ha salido muy masterchef, en eso puedo decir que no ha salido ni a su madre, ni a su padre…. me da a mi que, como sea como su abuela, de aquí a unos añitos de práctica vamos a tener cocinera oficial en Villa Molona.

4) La joya de la corona ha venido de la mano de su padrino, él sí que ha tirado la casa por la ventana con este cochazo descapotable Fiat 500, ¿es o no es requetemolón? No sabéis las carcajadas que le dan a niñamolona cuando pisa el acelerador y sale disparada …(y no sabéis el peligro que tiene esto dentro de casa). La verdad es que es una pasada, tiene llave para encender el coche, palanca para ir marcha adelante y para ir marcha atrás, el pedal del acelerador y ¡encima se encienden los faros cuando anda! no le falta detalle, tanto es así que viene con un mando para usarlo teledirigido. Porque será muy cocinillas pero como conductora, entre vosotros y yo, todavía deja mucho que desear. Así que padre y madre podemos controlar desde el mando la trayectoria de nuestra molona ¡es perfecto! y muuuuy divertido (marido se engancha y no para).

Y esto ha sido todo, ahora hago una reflexión en alto para terminar. La verdad es que a estas alturas de la vida sobrecargar con demasiados juguetes -a mi personalmente- me parece un error. Nosotros, como veíamos venir los regalazos ajenos, nos limitamos a comprar el disfraz que, además, nos hacía mucha ilusión. Así que mi recomendación es que os lo toméis con calma, nuestros molones están en edad de explorar y casi es mejor dosificar y tener en cuenta aquellos regalos que más estimulen su imaginación. Con el set de té o la cocina, por ejemplo, hemos notado que ya no nos pide tanto “Caillou”, ni tanta “Peppa pig” y que se entretiene mucho imaginando la comida que está preparando.

No sé si os he comentado, y ya termino con esta anécdota, lo que nos pasó una noche en casa. Niñamolona pidió ir al parque a las 10:00 h. para hacer castillos de arena. Marido no sabía cómo explicarle que no era posible y que los parques estaban cerrados a esas horas. Yo lo vi claro, con niñamolona agotada y llorona solo había una solución: ¡echarle imaginación! Nos pusimos los 3 en el suelo, con dos palas y un cubo y nos montamos una sesión de castillos de arena invisibles estupenda. En 10 minutos pidió irse a dormir tan contenta 🙂

* Moraleja: no hace falta más que ponernos en el lugar de nuestros niñosmolones, la imaginación que tienen es poderosa y ser padres es la mejor de las excusas para recuperar la nuestra. Hasta aquí me despido, recordad, entre post y post nos vemos en Instagram, Facebook y Twitter.