Diccionario básico para padres novatos (II)

Continuando con este repaso al vocabulario nuevo que forma parte de tu vida cuando te conviertes en padre, os presento la segunda parte del “Diccionario básico de accesorios para padres novatos”, hoy dedicado al sueño de nuestros chiquitines.¡ Adelante con el diccionario para padres novatos II!.

¿Dónde duerme?

Cuco / Moisés: al principio es tan chiquitín que la cuna que todos conocemos se les queda enorme. El cuco es pequeñito y aquí sólo podrá estar hasta los 3 meses, más o menos dependiendo del tamaño del pequeñín y su agilidad (cuando aprenden a girarse se acabó porque pueden caerse). Se le pueden añadir patas, mi cuco tiene unas con ruedas.

Minicuna: es un término medio entre el cuco y la cuna. No es necesaria pero he de decir que a mi me han dejado una y me ha venido a las mil maravillas, sobre todo porque por su tamaño cabía perfectamente al lado de mi cama. Recuerda que los primeros meses los bebés piden varias tomas durante la noche y es más cómodo tenerles cerquita, durante la lactancia incluso pueden dormir en la cama a nuestro ladito tal y como conté en otro post.

Cuna de colecho: inventazo. Si lo hubiese conocido antes me habría hecho con una seguro. Cuando Claudia lacataba por la noche y dormía a mi lado, siempre tenía miedo a que se pudiera caer y ponía mil cojines -disminuyendo drásticamente el espacio de nuestra cama, que se lo digan a mi marido- pues bien, se trata de una cuna que se acopla como una extensión de tu propia cama. Podéis comprarla o bien tunearos una de IKEA como proponen en este tutorial de Diario de un cacahuete, ¡pero qué apañada que es la gente!, no me digáis que no.

Pero ojo, hay otro tipo de cuna de colecho que a mi, personalmente, me parece un poco “heavy”, básicamente por eso del “antiroce matrimonial” (y no seáis mal pensados, hablo de roces de cariño, piececitos y esas cosas que se hacen antes de dormir para darse las buenas noches).

Cuna convertible: la cuna de toda la vida pero evoluciona con el bebé y cuando se hace grande se convierte en su primera cama. A mi me parece práctico, siempre y cuando no vayas a tener más bebés. En mi caso pretendo que la cuna que tenemos se quede para el siguiente huésped y comprarle a Claudia una camita de mayor cuando llegue el momento.

Complementos varios de las cunas y el sueño:

Cojín antivuelco: ideal para que el bebé no se te caiga si lo tienes en tu cama, por ejemplo, o en el sillón contigo (siempre contigo, nunca dejar a los bebés solos en sitios dónde pueden caerse). No es más que dos cojines, en este caso uno es un peluche muy majo él, unidos por una mantita, pones el bebé en medio y ahí se queda encajadito.

Chichonera: es un protector para la cuna acolchado que sirve para que el bebé no se golpee contra los barrotes. Acabo de leer que algunos expertos desaconsejan su uso, os dejo enlace al artículo por si os interesa echarle un vistazo. Y volviendo al tema del vocabulario, investigando un poco he visto que hay quien llama chichonera a cascos para proteger la cabeza del bebé y ojo, también de deportistas. Lo que aprende una con su amigo Google, ¡jaté!

Canastillas 3 piezas: así se llama a todos los textiles que permiten vestir la minicuna, cuna o maxicuna del bebé. Normalmente las canastillas 3 piezas incluyen el edredón, el protector o chichonera y un cojín o almohada pequeña.

Bajera o sábana protectora impermeable: esto es interesante utilizarlo, sobre todo, ante posibles regurgitaciones, vómitos, escapes de pipí, etc.

Murales: se cuelgan de la cuna o minicuna del bebé para tener a mano todo lo relacionado con pañales y accesorios sin necesidad de moverse de un lado para otro. Los murales tienen diferentes departamentos. (Yo tampoco tengo de esto y no lo he echado de menos, pero oye, cada cual se organiza como quiere).

Peluche-manta: (también conocido como dou dou) todavía recuerdo la cara que puse de “¿pero esto qué es lo que es?” cuando recibí este artilugio en una de las cestas que nos mandaron. De hecho lo dejé por ahí abandonado porque no le encontraba el sentido, igual soy un poco pardilla. Bueno, finalmente me enteré, no sé cómo, que suele ser objeto de deseo de los niños que lo encuentran como el compañero ideal. Es suavecito y les gusta, a algunos les ayuda a conciliar el sueño, les da seguridad, etc. aunque Claudia al suyo no le hace mucho caso que digamos.

Carrusel: yo lo conocía como móvil pero va a ser que no, que esto tiene nombre técnico. Lo habréis visto mil veces, es una herramienta para hipnotizar a nuestros pequeños y, he de reconocer, que en nuestro caso funcionaba (hablo en pasado porque ahora sus rituales de sueño han cambiado, ya dedicaré una entrada a este tema). Suelen llevar mecanismo con musiquita y movimiento, he ahí la gracia del juguete.

Lámpara carrusel: variante del anterior, es una lámpara que refleja lucecitas, muñequitos, etc. en movimiento y con musiquita. Nosotros no lo tenemos y tampoco lo echamos de menos, igual cuando sea un poco más mayor nos lo planteamos.

Humificador: no es un invento exclusivo para bebés, pero creo que merece la pena nombrarlo. Yo no lo tengo pero me han hablado muy bien de este aparatito. Dicen que viene genial para abrir las vías respiratorias cuando están constipados, “virgencita, virgencita que me quede como estoy” pero oye, si nos toca ponernos malitas lo tengo en mente.

Y esto es todo por hoy. Espero haber servido de ayuda a algunos padres primerizos tan perdidos como yo lo estaba (y estoy todavía en algunos campos). Ya lo sabes, si tienes algo que añadir, rectificar o puntualizar, bienvenida sea tu aportación en forma de comentario.

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