LA HISTORIA
De niña crecí viendo a mi madre siempre a dieta y entendí que estar del-
gada era sinónimo de amor y de aceptación. Pasé años luchando contrami cuerpo hasta que mi hija, acariciando mi barriga, me dijo fascinada:
“¡Es como slime!”. Gracias a ella empecé a mirarme con más amor que
nunca. Me ayudó a sentirme libre, a dejar de buscar un físico y a priorizar
la salud por encima de todo.El día que me preguntó “mamá, ¿estoy gorda?”, sentí que era mi oportu-
nidad de sembrar en ella amor y respeto hacia su cuerpo. Fue tan emo-
cionante que, un tiempo después, las dos recreamos juntas aquella con-
versación y el vídeo se hizo extremadamente viral, con más 21 millones dereproducciones. Para muchas personas se convirtió en un vídeo sanador,
por eso Dani y yo decidimos plasmarlo en este libro. Ojalá más personasaprendan a amar y a respetar el cuerpo que habitan, para crecer sintién-
dose libres.
Isabel Cuesta