No existe una edad para empezar, ya que el cambio está en nosotros, los adultos. Si pudiéramos volver atrás en el tiempo, hubiéramos empezado a formarnos durante el embarazo. Ten en cuenta que, aunque hay herramientas que no podrás utilizar hasta que tus hijos estén en una etapa evolutiva concreta, sí podrás empezar a trabajar en ti desde ya.

Nunca es tarde para aprender a relacionarnos mejor, aprender a empatizar y a tener en cuenta las necesidades del otro. Podemos decir, incluso, que este enfoque nos cambió, no solo con nuestros hijos, sino también en nuestra relación con otros adultos y por supuesto en la pareja. Así que no, nunca es tarde para empezar.

Solo perderás autoridad si eres permisivo. La autoridad se gana, el autoritarismo se impone. Piensa que los niños aprenden a través del ejemplo y que tu forma de actuar es lo que realmente marca la diferencia. No te preocupes, si eres firme y amable a la vez tus hijos no se convertirán en unos tiranos. Hemos comprobado en nuestra propia familia que podemos ser un equipo, llegar a acuerdos y enfocarnos en la búsqueda de soluciones. Aunque cada día se presentan nuevos retos, en casa reina un ambiente muy positivo libre de amenazas, chantajes, etc.

Como en todo, la vida avanza y la ciencia también. Todo lo que se sabe hoy acerca del cerebro humano, no se sabía hace unos años. Por lo tanto, hoy contamos con evidencia científica que avala que el cerebro aprende mejor con una educación no basada en el miedo y en el castigo. Ahora se sabe cómo podemos educar sin bailar entre el autoritarismo y la permisividad. Ambos estilos no aportan nada bueno a nuestros hijos y, como padres, nos causarán muchos conflictos diarios. Sin embargo, sí hay otra forma de hacer las cosas y eso es lo que vas a encontrar en este método. En la parte teórica mencionaremos los autores sobre los que se basa este enfoque educativo. Además, contarás con una completa bibliografía para tu consulta.

Somos padres y sabemos que no siempre es fácil encontrar tiempo. Por eso hemos preparado un curso al que tendrás acceso ilimitado durante un año. Podrás verlo tantas veces como tú quieras. Además, está estructurado de tal forma, que los vídeos no superan los 20 minutos. Así, si un día tienes más tiempo podrás ver más y si un día no dispones de tanto tiempo podrás ver menos.

Hemos visto ya muchos casos de padres separados o con estilos educativos distintos. Aunque lo ideal sería que ambos remen en la misma dirección, ten en cuenta que todo el trabajo que tú realices para educar en positivo, hará que tu vínculo con tus niños sea más fuerte y sólido. Serás un referente que le aporte seguridad y encontrarán en ti la confianza que necesitan para su vida.
En nuestro caso particular, Marido no prestaba mucho interés en esto al principio. Fue a través de verme en acción, experimentando, probando y avanzando, como él empezó a mostrar interés. Al ver los resultados, cada vez se fue “enganchando” más y ahora es el que más estudia y lee al respecto. Es genial porque él conecta mucho con los padres que vienen a nuestras formaciones y da mucha esperanza a las personas que no cuentan con el apoyo de sus parejas. No forcéis, ni intentéis convencer a los demás. La mejor manera de generar interés, será nuestro propio ejemplo.

Nosotros vivimos esa situación. Es importante que los padres y las madres entendamos que somos el máximo referente para nuestros hijos. Es decir, todo el trabajo que hagamos en casa no caerá en saco roto.
También es importante no desautorizar a los profesores y, si no estamos de acuerdo en algo, se lo comuniquemos directamente al docente. La comunicación entre familias y escuela debería ser lo ideal. Aprovechemos los avances que vivamos en casa para transmitírselo a los profesores, quizás así podamos despertar su interés si no siguen un estilo educativo positivo.

Por supuesto, todos nuestros niveles están enfocados para empezar desde cero. Si has leído ya o has acudido a alguna charla o formación, creemos que también será de valor para ti. Te ayudaremos a afianzar conocimientos y a darle practicidad.

No, esta formación no está homologada pero podrás recibir un título que acredita que has realizado nuestra formación. Muchos estudiantes y docentes han acudido a nuestros cursos y su feedback ha sido el siguiente: nos comentan que les ha ayudado a conocer la realidad de las familias, a empatizar más con los padres y a entender mejor a los niños. Por lo que eres tú mismo quién ha de valorar si te apetece recibir este tipo de formación.
Ojalá el modelo educativo tuviera en cuenta el mundo de las emociones. Sin duda, creemos que ayudaría mucho a mejorar la sociedad. Por ahora, aunque se está avanzando, nuestra intención es aportar nuestro granito de arena y acercarlo a las familias, ya que el verdadero cambio comienza aquí.