Sí, puedes elegir entre realizar un único pago o fraccionarlo en 3, 6, 9 o 12 plazos.

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¿Mucho comparado con qué?

Una PlayStation: 500 €
Un móvil nuevo: 800 €
Un fin de semana en familia: 600 € (y a la vuelta, los gritos siguen igual)

💸 Nos dejamos ese dinero en cosas que no cambian nada.
Pero cuando inviertes en Family Training, estás apostando por algo que sí transforma de verdad:
una convivencia en paz, una relación de confianza con tus hijos y una crianza sin gritos ni culpas.

📌 Los regalos se olvidan.
📌 Los dispositivos se rompen.
👉 Pero una relación fuerte y sana con tus hijos te dura toda la vida.

Esto no es un gasto. Es la mejor inversión que puedes hacer en tu familia.

Lo bueno de Family Training es que se adapta a tu ritmo de vida real. Sabemos que estás hasta arriba, por eso el programa está pensado para avanzar paso a paso, a tu ritmo, sin presión.
Además, no estás sola: tienes acompañamiento, comunidad y nuestra guía constante. Porque esto no va solo de consumir contenido, va de integrar un cambio duradero.

Esta pregunta es más común de lo que crees, y te entendemos. Muchas familias llegan agotadas y con la autoestima por los suelos.
Pero no te apuntes a Family Training creyendo que tienes que ser perfecta. Apúntate para dejar de exigirte tanto y empezar a hacerlo con método, comprensión y herramientas reales.
Y si haces el proceso con honestidad y compromiso, los resultados llegan. Siempre.

Claro, podrías pasarte horas leyendo artículos sueltos, viendo vídeos de crianza en redes y sintiéndote igual de perdida al terminar.
Family Training no es un puzle de piezas sueltas: es un camino ordenado, guiado por expertos, con estructura y acompañamiento emocional.
Lo que más nos dicen las familias cuando acaban es: “¡Ojalá haberlo hecho antes!”

¿Más adelante cuándo? ¿Cuando los gritos se hagan rutina? ¿Cuando tu hijo ya no quiera hablar contigo? ¿Cuando te sientas tan agotada que no puedas más?
La verdad es que no hay un “momento perfecto”. Hay una decisión valiente: la de empezar.
Y como decimos siempre:

«Los deseos no cambian nada, pero las decisiones pueden cambiarlo todo.»

• No te preocupes: hemos visto muchos casos de padres separados o con estilos educativos distintos.
  
  Aunque lo ideal sería que ambos remen en la misma dirección, ten en cuenta que todo el trabajo que tú realices para educar en positivo, hará que tu vínculo con tus hijos sea más fuerte y sólido. Serás un referente que le aporte seguridad y encontrarán en ti la confianza que necesitan para su vida.

En nuestro caso particular, Dani no prestaba mucho interés en esto al principio. Sin embargo, a medida que fuimos experimentando, probando y avanzando, él empezó a mostrar interés. Al ver los resultados, cada vez se fue “enganchando” más y ahora es el que más estudia y lee al respecto.

Esto es una ventaja para las familias que están en Family Training, ya que él conecta mucho con los padres que vienen a nuestras formaciones y da mucha esperanza a las personas que no cuentan con el apoyo de sus parejas. No fuerces ni intentes convencer a los demás. La mejor manera de generar interés es dar tu propio ejemplo.

• Nosotros vivimos esa situación y te aseguramos que no habrá problema en aplicar todo lo que aprendas en Family Training. Es importante que los padres y madres entendamos que somos el máximo referente para nuestros hijos. Es decir, todo el trabajo que hagamos en casa no caerá en saco roto.

También es importante no desautorizar a los profesores y, si no estamos de acuerdo en algo, se lo comuniquemos directamente al docente. La comunicación entre familias y escuela debería ser lo ideal. Aprovechemos los avances que vivamos en casa para transmitírselo a los profesores, quizás así podamos despertar su interés si no siguen un estilo educativo positivo.

• Nunca es tarde si estás dispuesta a mirar con nuevos ojos.
  De hecho, muchas de nuestras familias llegan con hijos de 8, 10, 12  o incluso adolescentes. Y el cambio se nota igual.

  ¿Por qué? Porque los niños, tengan la edad que tengan, necesitan sentirse comprendidos, valorados y tenidos en cuenta. Eso no caduca. Solo que cuanto antes empieces, más sólida será la base emocional que construyáis.

¡Mejor aún! Si estás aquí con un peque de 2, 3 o 4 años, te estás regalando una ventaja enorme.
Porque estás sembrando desde ya una relación basada en la confianza, el respeto mutuo y el entendimiento. Te estás ahorrando años de lucha, culpa y frustración. ¡Y eso no tiene precio!